Ni yo puedo creer que esté de vuelta, people. Hola :)
Si, mis necesidades de escribir lo que me pasa sin tener que hacerlo en papel me trajo a ustedes again.
En fin, creo que todos estamos tomando conciencia de lo poco que le queda a este año antes de irse. Para muchos, incluyéndome, éste 2011 pelea el puesto de Mejor Año de Vida y sin embargo, nadie parece frenarlo y está en vías de durar lo mismo que un año común. Y no quiero eso.
No me puedo quejar. Me saqué uno de los pesos mas insoportables para llevar que tenía.
Me acuerdo como si fuera ayer cuando con mi hermana nos propusimos hacer de este 2011 un año que valiese la pena. Fue en algún día de enero, presumo que bien entrada la madrugada, porque ese tipo de reflexiones eran características de esas horas. Iba a decirle todo a " ~@#€¬". Me iba a confesar y hasta ahí sabía, lo demás iba a ser mitad improvisación, mitad azar. Con unos inconvenientes, unas -cuantas- peleas y varios ataques de pánico y/o desesperación, superé este año haciéndole saber al "Sr." que lo amaba. Raro. Esa es la palabra.
Las historias no siempre terminan bien, y supongo, además, que la mía, por estar tan subliminalmente contada, no fue entendida un choto. Pero bueno, con mis fracasos, sigo considerando a este año como uno de los mejores. Fui yo. Dejé por un momento de mentirme y mentirle a la gente. Le hice saber a varios que su existencia no era tan indispensable como pensaban, o como les obligaba pensar su mega-autoestima.
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