14 de febrero de 2012

Hola, me compré otro libro. Chau.

  Ya febrero y yo todavía no me digné a subir otra entrada. Mátenme si quieren. Sino no pasa one, no me ofendo tampoco. Creo que me chupa todo un huevo. Igual no es raro, es como un síntoma común del verano. 
  La estoy pasando re biennnnn. Mucha playa, mucho huevo, pocas cosas para comerte la cabeza. 
  Igual, summer, si estás leyendo esto, sos bastante conchudo. Podrías haberme sorprendido, podrías haberte superado. Mejor ni comparemos el 2011 con el 2012. Y no lo digo porque terminaríamos diciendo que el 2011 fue un año común y el 2012 el año del Apocalipsis maya.... Apa, ya que sacamos el tema.... Na, mentira, LA CHOTA que me pongo reflexiva ahora y acerca de ese tema. Me llevaría a tener algo que hacer y para eso está el invierno... 
   Me cansé, pueblo.
   Ah, cierto! Me compré "La Caída de los Gigantes" de Follet. No sé si les dije, maybe si. Está MUY bueno. Puede que sea mejor que los otros dos que leí, pero no les quiero afirmar nada por ahora. Ya casi lo termino, me copó mucho el tema de la Segunda Guerra Mundial. Quizás alguna vez mencioné que me encanta leer sobre la Revolución Rusa y la Rusia zarista. G e n i a l libro. Esperen mi reseña y la opinión decente que pienso subir, pero no pidan más nada hoy, estoy hecha concha. 
   (Ni para mencionar que es San Valentin....Como diría Violencia Rivas, buena amiga y reconocida hija de puta, "Metete tu cariño en el culo" :))

16 de enero de 2012

"La suya era una relación de hacía muchos años, pero ella era una mujer extraordinaria:una priora que ponía en tela de juicio gran parte de las enseñanzas de la Iglesia; sanadora de gran fama que cuestionaba la medicina tal como la practicaban la mayoría de los doctores; y una monja que se entregaba con fervor a su hombre siempre que tenían ocasión. Si hubiera querido una relación convencional -pensó Merthin-, tendría que haber escogido a una mujer convencional."

  -"Un mundo sin fin" de Ken Follet.
  Yes, terminé de leerlo, muchachos! Soy feliz. Igual sigo reflexionando, releyendo, nunca termino de leer un libro. Nunca se relee demasiadas veces, así que, obviamente, I'm not done with it.
  Les dejo esta frase porque resume bastante bien la historia de amor de Merthin y Caris, una de las parejas protagonistas.
  Se conocieron a los diez años y se casan alrededor de los 40. Heavy...
  De chicos presenciaron el asesinato de dos hombres de armas y escondieron un secreto que comprometía a la mismísima reina de Inglaterra.
  Merthin, cuyo padre había sido despojado del título de caballero, logró ser el maestro constructor más prestigioso de toda la ciudad. Se casó en Florencia, no sin olvidar a Caris, y tuvo una hija. Cuando la peste apareció y se llevó a su esposa, decidió volver a Kingsbridge. Sin lograr convencer a Caris, tuvo un romance con la condesa, esposa de su violento hermano, que le dio otro hijo, Roland.
  Caris, que había nacido en un hogar donde no se pasaban necesidades gracias al comercio de la lana por parte de su padre, llegó a verse obligada a entrar al convento para salvarse de la horca por una acusación de brujería. Allí estuvo unos doce años, en los que la rutina y la doctrina, que muchas veces cuestionaba, se hizo llevadera gracias a la posibilidad de administrar el hospital del priorato, asistir a los enfermos y combatir la peste como nadie lo había hecho antes.
  Al final, ambos, convertidos en los personajes mas influyentes de Kingsbridge, logran cumplir sus objetivos. Merthin construyó la torre mas alta de Inglaterra, reformando la antigua catedral (edificada por el memorable Jack Builder), con un diseño octogonal que era toda una innovación en esa época. Caris, por su parte, logró tener su propio hospital sin tener que estar atada a los votos religiosos. Finalmente, se casaron. Y si, vivieron felices por siempre, lo que todos queremos escuchar (o leer o ver).
  En la última escena, Merthin lleva a Caris a lo alto de la torre, que tenía 125 metros de altura, para que contemplase la ciudad. Caris advierte que habían tallado un ángel en la pared y, al detenerse en el rostro, se da cuenta de que era el mismo que el de ella. Merthin le dice que no había persona que hubiera conocido que se pareciese mas a un ángel que ella misma. En ese momento, una ráfaga de viento hace que Caris tambalee. Merthin la abraza y continúan así, aunque el viento hubiera cesado poco después.